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NUTRICIÓN Y QUIROPRÁCTICA

La quiropráctica es una ciencia que centra su trabajo en el análisis, detección y corrección de subluxaciones vertebrales, es decir, vertebras que se encuentran fuera de su posición normal natural.

El organismo no es una maquina.
Si intentaríamos comparar al ser humano con una maquina, simplemente no podríamos. El ser humano es tan complejo que no existe maquinaria ni inteligencia creada que pueda compararse a tan maravillosa obra maestra.
Todos los que hemos nacido en esta parte del mundo fuimos educados con un pensamiento y razonamiento mecanicista. Causa y efecto. Todo se reduce a esto.
Esto es aplicado a muchos aspectos de nuestra vida, pero donde mas se hace evidente es el cuidado de nuestra salud.
Este modelo de causa-efecto tiene muchas falencias y algunas potencialmente peligrosas, ya que nos invita a pensar, que al igual que una maquina, si no hay alarmas encendidas, todo funciona bien.
Si traspolamos este concepto a nuestro organismo, podríamos suponer, que la ausencias de síntomas es un indicador preciso de que todo marcha bien y que si no estamos enfermos, por lo tanto estamos sanos, es decir: saludables. Pensar de esta manera peligrosamente nos puede llevar a la certeza de que si no sentimos nada, estamos sanos, pero hoy en día sabemos que muchas enfermedades son “asesinas silenciosas” que solo exponen síntomas cunado ya es demasiado tarde.

Cuando de salud se trata, no debemos tratar el cuerpo como una maquina, sino como de una forma compleja que requiere atención en diversas áreas: física, emocional, social y espiritual. Podríamos profundizar mucho sobre este tema, pero no es el motivo de este articulo, sino en llevarnos a pensar en la complejidad del organismo humano y la necesidad de prevenir antes que curar y de abordar el cuidado de la salud de una forma integral e interdisciplinaria.

La salud se construye.
La nutrición es algo indispensable para mantener la salud de nuestro organismo. Hipocrates afirmaba “somos lo que comemos”. Comer variado, controlado y ordenado son pautas básicas que debemos atender, siempre y cuando no existan alimentos que estén contraindicados por alguna enfermedad, por supuesto. Pero esto, muchas veces no alcanza.
Normalmente ingerimos los alimentos y el cuerpo de forma automática hace todo el resto, es decir, digiriere, metaboliza y seleccionar lo útil de lo inútil. Esta tarea es básica y natural, en un organismo equilibrado, claro está.
Entonces la pregunta seria: El organismo puede desajustarse y funcionar mal? Puede perder el perfecto equilibrio y coordinación automática que trae de forma natural? La respuesta es: un rotundo, SI.
Todas las funciones, desde las mas complejas hasta las mas simples están bajo el gobierno del sistema nervioso, el cual puede no estar funcionando correctamente e interferir con las funciones de los demás sistemas que se encuentran bajo su domino (digestivo, cadriovascular, endocrino, respiratorio, etc).

Si vamos mas allá, veremos que son muchos los factores que pueden condicionar el trabajo del sistema nervioso, desde el estrés hasta una subluxación vertebral, es decir, una vertebra fuera de su posición normal y natural.
Un ejemplo claro sucede cuando experimentamos situaciones de estrés, angustia, trastesa o simplemente fatiga y vemos como aquellos alimentos que normalmente estamos acostumbrados a consumir, pueden en estas condiciones, caernos mal y hacernos sentir descompuestos.
La mayoría de las veces no pensamos en que estamos “funcionando mal internamente” sino que buscamos el problema en la comida o alimento que ingerimos, porque es casi un acto normal e inherente al ser humano: buscar el problema afuera y nunca adentro.

Prevenir siempre es una buena idea.
Como vemos nuestro organismo es complejo y no podemos simplificarlo a una maquina, siempre prevenir es una buena idea. Comer saludable, variado, organizado y en las cantidades adecuadas es primordial, pero no lo único.
El funcionamiento interno del cuerpo requiere un “cuidado activo”, del mismo modo como sabemos y entendemos que el cepillado de dientes y los controles periódicos con el odontologo son fundamentales para la salud bucal, asegurar que la información que viaja del cerebro a todas las partes del cuerpo llegue sin interferencias es imprescindible para mantener el equilibrio interno.

Por lo tanto, como el medico evalúa los estudios diagnósticos, el nutricionista el equilibrio nutricional y el dentista la presencia de caries, el quiropráctico es el encargado de analizar, detectar y poder corregir subluxaciones vertebrales, las cuales pueden estar presentes de forma asintomática pero causando un deterioro progresivo de nuestro organismo, interfiriendo la comunicación del cerebro con el cuerpo y, porque no, siendo la causa de mucho de los problemas que podemos experimentar.

Lic Diego S. Rode
Quiropractico